El portavoz del Ministerio del Interior, Qari Sayed Khosti, dijo en Twitter que las fuerzas especiales talibanes llegaron a la zona para determinar la naturaleza del incidente y llevar a los autores ante la justicia.
Un testigo presencial dijo que escuchó tres detonaciones, una en la puerta principal de la mezquita, otra en una zona del sur y una tercera donde los fieles se asean, reflejó la cadena Al Jazeera.
Fuentes hospitalarias aseguraron que estaban inundados de pacientes y que, a tenor del número creciente de ingresos, temían un elevado número de víctimas.
No hubo una reivindicación inmediata de la responsabilidad del atentado, subrayó la fuente.
El incidente tuvo lugar una semana después de que al menos 46 personas perecieron y 143 resultaron heridas cuando otra mezquita en la provincia septentrional de Kunduz fue blanco de un atentado reivindicado por la rama de Jorasán del Estado Islámico (ISIS-K).
Desde que los talibanes tomaron el control de Afganistán a mediados de agosto aumentaron los ataques del grupo Estado Islámico contra ellos.
Los fundamentalistas radicales islámicos conquistaron Kabul mientras Estados Unidos y sus aliados de la OTAN sacaron sus tropas del país tras 20 años de ocupación militar, más de dos billones de dólares en gastos de guerra y miles de civiles muertos.
El movimiento Talibán domina una nación en peor situación socioeconómica que hace dos decenios, con 11 millones de refugiados en el extranjero, cinco millones de desplazados internos y la mitad de la población bajo la amenaza del hambre.
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