Solamente la manifestación ocurrida la víspera cerca del Capitolio contra el uso de combustibles fósiles provocó 90 detenciones, refiere el diario The Hill.
Los activistas denuncian también el uso de pistolas paralizantes por parte de las fuerzas del orden sobre algunos de los participantes en la movilización ante la Oficina de Asuntos Indígenas (BIA), una agencia del Departamento del Interior.
En los últimos días varias organizaciones asistieron a marchas y acciones frente a la Casa Blanca para presionar al presidente estadounidense, Joe Biden, y al Congreso a detener nuevos proyectos de uso de combustibles fósiles y declarar emergencia climática.
En ese sentido, los legisladores demócratas intentan votar un paquete de gastos de beneficio social que incluye fondos para iniciativas de protección ambiental, aunque la propuesta, valorada en 3,5 billones de dólares, tiene detractores dentro de la propia fuerza azul.
Las protestas se producen pocas semanas antes del inicio de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático COP26 en Glasgow, Reino Unido, donde está prevista la presencia del presidente Biden y altos miembros de su gabinete.
Este viernes la Casa Blanca anunció una ofensiva para reducir la vulnerabilidad ante el impacto del cambio climático en la economía de Estados Unidos, una estrategia que busca integrar criterios ambientales, sociales y de seguridad en la gestión de fondos.
De acuerdo con el informe de la presidencia, el clima extremo implicó un costo adicional a los estadounidenses de 600 mil millones de dólares en daños físicos solamente en los últimos cinco años.
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