De acuerdo con una investigación de la revista The Intercept, de Estados Unidos, el país estuvo al borde de un nuevo golpe de Estado y una invasión armada de mercenarios estadounidenses tras la victoria electoral del presidente Luis Arce en octubre del año pasado.
El Gobierno nacional accedió a audios, modelos de contratos y correos electrónicos interceptados que atribuyen el plan de desestabilización a Fernando López, exministro de Defensa del Gobierno de facto de Jeanine Áñez, según publicó la Agencia Boliviana de Información.
‘Creemos que la forma de resolver nuestros conflictos no es la violencia y menos trayendo sicarios al interior del Estado Plurinacional y, particularmente, tenemos entendido que, de acuerdo a información que estamos proporcionando, que el señor
López Julio tenía por objetivo quedarse con el poder matando a bolivianos contratando sicarios extranjeros’, aseguró.
En conferencia de prensa puso como ejemplo el nombre de Germán Rivera García, quien estuvo en Bolivia en octubre de 2020 y luego se involucró en el magnicidio del presidente de Haití, Jovenel Moïse.
Mencionó, además, a otros involucrados como Enrico Galindo Arias, Ronal Ramírez Salamanca, Sam Brown, Ernest H. DeLong, Davion Covell Hart, Joe Pereira y Arcángel Pretel Ortiz, quien fue enlace de la denominada empresa de seguridad Counter Terrorist Unit Federal Academy, con sede en Miami y dirigida por el opositor venezolano, Antonio Emanuel Intriago Valera.
El ministro subrayó que estas personas contarían con un contrato anual inicial de 125 mil dólares estadounidenses o 10 mil 416 dólares mensuales.
‘Existió toda una estrategia armada para evitar el ascenso del presidente Luis Arce y secuestrar nuestra democracia, se detallan los contratos, los montos, los currículos de las personas involucradas, hasta las armas que pensaban usar para matar bolivianos’, precisó.
En este plan estaban involucrados también miembros de las Fuerzas Armadas y la Policía Boliviana.
En el encuentro con la prensa De Castillo conminó a ‘que dejen de hacer esas arremetidas que están planificando hace bastantes meses’.
‘No solo somos el Movimiento al Socialismo, somos el Gobierno de todos los bolivianos y haremos todos los esfuerzos y no extremaremos ningún centímetro de medir nuestras fuerzas para mantener en orden y la vida de todos y cada uno de los bolivianos’, dijo.
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