El presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri, insistió en el tema durante un encuentro con el enviado estadounidense Amos Hochstein, quien llegó a este país del Mediterráneo para reactivar un diálogo entre Beirut y Tel Aviv sobre límites marítimos.
Berri enfatizó en la importancia de eximir a Líbano de las restricciones dispuestas por esa legislación extraterritorial norteamericana.
De esa manera, evocaba un reciente acuerdo de traer gas egipcio a través de Jordania y Siria.
Hochstein también se reunió con el presidente de la República libanesa, Michel Aoun, y el primer ministro Najib Miqati, para abordar una disputa entre la llamada nación de los cedros y el régimen israelí.
De los resultados de esas negociaciones deriva una esperanza para Líbano de sacar petróleo y gas de sus aguas marítimas jurisdiccionales.
Estados Unidos y la ONU participan como mediadores en ese raro diálogo, pues ni libaneses ni israelíes se hablan cara a cara; los argumentos de Beirut los transmite un negociador de la ONU y los de Tel Aviv, el norteamericano.
Tras varias rondas en 2020, las conversaciones quedaron suspendidas, a causa del rechazo por Tel Aviv de una ampliación del área reclamada por Beirut.
En un principio, el tema a debatir contemplaba una zona de 864 kilómetros cuadrados, pero los libaneses extendieron el reclamo hasta mil 430.
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