En las últimas semanas, más de la mitad de los 50 estados del país introdujeron nuevas normativas para restringir las acciones de salud pública, incluidas las políticas que exigen cuarentena, aislamiento, aplicar vacunas y el uso de mascarillas.
Las restricciones y la escasez de médicos no sólo afectan el enfrentamiento a la enfermedad causada por el SARS-CoV-2, sino que dificultan la contención de los brotes de gripe, sarampión y otras crisis sanitarias, dijo el historiador social y de salud pública de la Universidad de Columbia, David Rosner.
Esta realidad sitúa a Estados Unidos en una posición más débil para combatir futuras pandemias, añadió.
Estamos muy preocupados por el retroceso de las competencias en materia de salud pública, coincidió el jefe médico de la Asociación de Funcionarios de Salud Estatales y Territoriales (Astho, por sus siglas en inglés), Marcus Plescia.
Al menos 32 estados introdujeron alrededor de 100 nuevas leyes para limitar permanentemente la capacidad de los funcionarios de proteger la salud pública, de acuerdo con investigaciones separadas de Kaiser Health News y el diario The New York Times.
Estas medidas incluyen la anulación de las órdenes federales, la limitación de los poderes de emergencia y el control del cierre de escuelas, iglesias y negocios.
Los funcionarios locales están especialmente preocupados por no poder imponer cuarentenas a las personas que estuvieron expuestas o en aislamiento a los que dan positivo en las pruebas de Covid-19, lo que permite que la enfermedad se propague sin control.
Mientras que en algunos territorios se produce un descenso de los casos, en otros se registran repuntes.
El pasado lunes, Nuevo México autorizó a los sistemas sanitarios aplicar normas de atención en caso de crisis, debido a que los hospitales registran un aumento de pacientes mientras persiste la escasez de trabajadores.
Según los científicos, el coronavirus es la principal causa de muerte en Estados Unidos desde hace varias semanas.
Tenemos por delante un futuro bastante sombrío, pues se trata de un momento en el que se utiliza la ley para crear discordia en lugar de armonía en torno a la enfermedad, comentó Rosner.
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