La Unión Europea (UE) no puede callar ante las destrucciones y los asesinatos del TPLF (siglas en inglés) en Amhara y Afar, y debería responsabilizarlo por obstruir la asistencia humanitaria a millones de ciudadanos, declaró el viceprimer ministro, Demeke Mekonnen.
En un encuentro con los embajadores en esta capital de Alemania, Eslovaquia, Francia, Hungría, Italia, Países Bajos, Portugal, Rumanía y Suecia, aseguró que Etiopía está muy decepcionada por la actitud de la UE en relación con la beligerancia del Frente.
Esa posición y la negativa de la UE y la comunidad internacional a reconocer abiertamente el armisticio humanitario decretado por el gobierno de manera unilateral, envalentonan a la camarilla, añadió.
Mekonnen, también ministro de Relaciones Exteriores, consideró desequilibrado que la UE amenace con imponer sanciones a Etiopía, sobre la base de investigaciones de violaciones de los derechos humanos, en lugar de adoptar medidas contra los presuntos autores de los delitos.
Asimismo, reiteró la disposición gubernamental a facilitar la ayuda humanitaria a Tigray y relató acciones del TPLF para malograr ese propósito, incluida una operación que abortó el aterrizaje de un vuelo humanitario de la ONU en Mekele, capital del estado.
Solicitó a los países miembros de la organización europea, además, extender el apoyo a Amhara y Afar, y apoyar los esfuerzos para garantizar la soberanía e integridad de Etiopía.
Desde noviembre pasado, las Fuerzas de Defensa Nacional combaten contra el Frente, organización acusada de subvertir el orden constitucional, violar los derechos humanos y masacrar civiles, entre otros delitos, y declarada terrorista por el Parlamento.
En junio último, las autoridades federales decretaron un alto al fuego para facilitar las labores agrícolas y gestiones humanitarias, pero el grupo lo desestimó y, además de extender su criminalidad, boicotea las gestiones humanitarias nacionales e internacionales, según denuncias oficiales.
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