Merkel arribó la víspera a este país donde reconoció algunos ‘momentos difíciles’ en las relaciones bilaterales durante sus 16 años de mandato pero destacó que siempre primó el diálogo.
La saliente jefa del gobierno alemán arribó aquí en respuesta a una invitación del primer ministro, Kyriakos Mitsotakis.
El diario alemán Bild consideró en su momento a la canciller federal germana como ‘una de las mujeres más odiadas en esta nación’, debido a las medidas de austeridad que implementó y que rigieron los vínculos bilaterales.
Mitsotakis dijo la semana pasada en Bruselas que ‘esa política fue más allá de lo que la sociedad griega podía aguantar’.
Como consecuencia para este país las pensiones se recortaron y el salario mínimo mensual cayó a unos 500 euros, mientras comenzó una ola de privatizaciones que afectó con más impacto al sector de la salud, según estadísticas gubernamentales.
Analista ubican el año 2012 como el momento más álgido de las relaciones, cuando Merkel fue recibida por manifestantes que lucían carteles con la esvástica nazi.
Pero la elección del líder de izquierda Alexis Tsipras, en enero de 2015, elevó al máximo las tensiones bilaterales.
La permanencia griega dentro de la zona euro estaba en juego y en ese escenario el entonces primer ministro cedió a la presión de sus acreedores y aceptó nuevas medidas de austeridad.
Un sondeo de Pew Research en 16 países indicó que menos de un tercio de los griegos aplaude la gestión de Merkel, estadística que contrasta con el 77 por ciento de aceptación que posee en otras naciones consultadas.
En la agenda de los encuentros para hoy están la crisis energética en Europa y la lucha contra la pandemia, según una fuente gubernamental griega.
La presidenta griega, Ekaterina Sakellaropoulou, recibió en esta jornada a Merkel quien más tarde hablará con Mitsotakis sobre otros temas relativos a las relaciones con Turquía, la migración y la situación en Libia.
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