La Confederación General de Trabajadores (CGTP) realizó una masiva marcha por el centro de esta capital contra una serie de proyectos de ley promovidos por la presidenta conservadora del Congreso de la República, Maricarmen Alva, que, según los manifestantes, recortan derechos de los trabajadores.
En un balance de la demostración de anoche, el secretario general de la CGTP, Gerónimo López, dijo a Prensa Latina que fue un éxito que rebasó sus expectativas, por su masividad, alcanzada pese a que fue convocada solo tres días antes.
Además, indicó, la marcha fue promovida solo en Lima, pero se sumaron las bases de la CGTP de las ciudades de Arequipa, Cusco, Trujillo, Huancayo, Chiclayo, Chimbote, Iquitos y Ayacucho.
‘Ha sido la respuesta de los trabajadores a esa unión de congresistas ‘lobistas’ (cabilderos) en alianza con la Confederación de empresarios, que ha encontrado en Maricarmen Alva una persona servil a la que le dan órdenes’, afirmó.
Añadió que la protesta confirmó que Perú necesita un cambio estructural profundo y, para eso, requiere una nueva Constitución, en reemplazo de la neoliberal vigente, aprobada bajo el Gobierno de mano dura del exgobernante Alberto Fujimori.
Debe ser, agregó, ‘una Constitución elaborada por el pueblo, por los trabajadores, los campesinos, que responda a sus intereses; una Constitución democrática y, participativa, que ponga por delante al ser humano, no al capital’.
Las movilizaciones coincidieron, además, en reclamar el cierre del parlamento unicameral por su obstruccionismo que amplios sectores políticos y de opinión consideran parte de un plan para desestabilizar y vacar (destituir) al presidente Pedro Castillo.
El rechazo al órgano legislativo, reflejado en una desaprobación de 71 por ciento en una encuesta, fue el contenido esencial de la movilización realizada ayer contra la presencia de los congresistas en la ciudad norandina de Cajamarca.
Los legisladores realizaron una sesión plenaria, buscando mejorar su deteriorada imagen, en un hotel en la plaza principal de Cajamarca, donde se concentraron delegaciones de numerosas organizaciones sociales llegadas de todo el país.
Durante toda la jornada, los participantes corearon lemas contra el Parlamento, reclamando su cierre por actuar bajo fuerte influencia de la extrema derecha, y sus gritos se escuchaban dentro del salón en el que los congresistas deliberaban ‘encerrados como cuyes (cobayos)’ según uno de los activistas.
‘De ninguna manera vamos a permitir que cierren el Congreso. Somos democráticos y defendemos nuestro fuero’, comentó ante la prensa, con evidente irritación, la titular del parlamento, al sostener que la demanda popular perjudica al país, aunque según el presidente Castillo el reclamo es un derecho del pueblo.
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