Con una reunión aquí de sus 326 jefes distritales, los conservadores de la CDU buscaron reducir los daños causados por la pésima actuación en los comicios, en las que quedaron con el 24,1 por ciento de los votos, por primera vez por debajo de los 30 puntos.
La derrota en las urnas podría dejar a la CDU y a su socio menor bávaro, la Unión Socialcristiana (CSU), fuera del próximo ejecutivo, también por primera ocasión en los últimos 16 años, durante los cuales ese órgano estuvo dirigido por la canciller federal Angela Merkel.
Medios de prensa locales consideran que Merkel erró al designar a Armin Laschet, exprimer ministro de la región de Renania Norte-Westfalia, como candidato por la alianza CDU/CSU, pues su baja pularidad hundió al partido en las elecciones, destacan.
El encuentro de dirigentes partidistas de la formación conservadora, al frente de la cual estuvo Merkel desde 2000 hasta 2018 y dirigida desde enero último por Laschet, debatió sobre las vías para llevar a cabo la renovación de la CDU, reportó la prensa local.
Mientras muchos dirigentes regionales se pronunciaron por una discusión y análisis desde la base para conducir el proceso de reposición de fuerzas de la citada agrupación política, Laschet defendió el método tradicional de un congreso federal con mil delegados.
Paralelo a ese proceso, el candidato por el Partido Socialdemócrata (SPD) Olaf Scholz refuerza las negociaciones con dirigentes del Partido Democrático Liberal (FDP) y de Los Verdes para buscar una mayoría parlamentaria que les permita conformar el nuevo gabinete.
El SPD, con 25,7 por ciento de los votos, obtuvo derecho a contar con 206 de los 735 escaños del nuevo Bundestag (parlamento alemán), por encima de los 118 obtenidos por los conservadores.
La CDU vuelve a un nuevo pulso por un liderazgo sólido en sus filas, lo cual se ventilará el martes próximo en una reunión extraordinaria de su presidencia, donde podría decidirse la convocatoria de un congreso federal de esa agrupación en diciembre o enero próximos.
En 2018, Merkel abandonó la jefatura de la CDU, para dejar como sucesora a la actual ministra de Defensa Anegret Kramp-Karrenbauer, quien renunció un año después por falta de liderazgo en esa organización.
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