En tal sentido, está prevista la presentación de la estrategia nacional de desarrollo a largo plazo con bajas emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), tras la inauguración este lunes del pabellón panameño en la cita de Glasglow, Escocia.
Según una nota de prensa de la Presidencia, la nación istmeña, Bután y Surinam son los únicos en el orbe que captan más GEI que los emitidos a la atmósfera, gracias al programa de reforestación, entre otros factores.
Al respecto, la fuente precisó que el país centroamericano proyecta para el 2050 reforestar 50 mil hectáreas de terreno, que contribuirán a la absorción de aproximadamente 2,6 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2).
También trabaja en la creación de un mercado para la fijación de precios al carbono a través del programa nacional Reduce tu Huella, que facilitará la recuperación verde y alcanzar la neutralidad de carbono en 2050.
En declaraciones recientes al canal TVN, la analista de cambio climático del Ministerio de Ambiente Yoisy Belén aseguró que uno de los retos para mantener la negatividad en los niveles de carbono es contar con herramientas para el monitoreo de la cobertura boscosa.
Para ello el Istmo cuenta con el Sistema Nacional de Información Ambiental, el cual constituye una plataforma que tiene como objetivo sistematizar, almacenar y distribuir información sobre los recursos naturales y la sostenibilidad del territorio nacional.
Panamá posee además la categoría de World Blue Leader (Líder Mundial Azul) por el cuidado de los mares que lo circundan, lo cual a juicio del presidente Laurentino Cortizo “estas son dos muestras irrefutables de nuestro firme compromiso con el Planeta, con la reducción del calentamiento global y con la ambiciosa agenda que como país mantenemos para combatir el cambio climático”.
De acuerdo con las autoridades, el país istmeño espera que de la COP26 salga un mandato para reducir las emisiones en un 45 por ciento al final de esta década y que todas las naciones actualicen sus obligaciones sobre la base de esta meta, en especial las economías más desarrolladas que integran el grupo del G20.
“Esa es, tal vez, la reunión más importante desde la Segunda Guerra Mundial para evitar una catástrofe de proporciones globales”, dijo recientemente Cortizo y advirtió que los compromisos que emanen de Glasglow podrían significar la última alternativa para las próximas generaciones de heredar un planeta saludable para la vida.
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