«Entregamos hoy la denuncia a la relatora de la ONU para la Libertad de Expresión y a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ante la agresión que sufrimos en Roma por agentes que acompañaban a Bolsonaro», informó Chade en la red social Twitter.
Los delitos a investigar se cometieron durante la cobertura en la capital italiana de la cumbre del G20, un grupo de las mayores economías del mundo.
El periodista Leonardo Monteiro recibió un puñetazo en el estómago por parte de uno de los agentes de seguridad de Bolsonaro tras preguntarle al gobernante por qué no había asistido a las reuniones del G20.
Según el portal de noticias G1, Chade filmó la agresión para intentar identificar al responsable, pero el guardia de seguridad también le empujó, le agarró del brazo para retorcerlo y le quitó el teléfono móvil. Más tarde tiró el aparato a la calle.
El periódico O Globo indica en un editorial que busca información sobre los procedimientos necesarios para solicitar una investigación a las autoridades italianas.
La violencia aparentemente surgió de la molestia por las vejatorias noticias sobre el paso de Bolsonaro por Italia.
En un momento en el que los presidentes de otros países daban conferencias de prensa, el mandatario de tendencia ultraderechista prefirió confraternizar con sus partidarios en la calle.
Los enviados especiales brasileños se acercaron a él para hacerle preguntas y fueron acosados. Cuando el corresponsal de O Globo se identificó, escuchó al excapitán del Ejército decir: «¿Eres de Globo? No tienes vergüenza en la cara».
Incluso antes de que el exmilitar llegara a la embajada, un asistente de O Globo fue objeto de burlas por parte de los partidarios del presidente, llamándolo infiltrado.
Más tarde, cuando llegaron los guardias de seguridad y la policía italiana, un agente empujó a la periodista Ana Estela de Sousa Pinto, del diario Folha de Sao Paulo, y le pidió que se alejara del lugar.
O Globo en el editorial atribuyó el episodio a la retórica beligerante contra los informadores.
«Esa retórica no impedirá el trabajo legítimo de la prensa. Se seguirán formulando preguntas, se seguirán siguiendo y registrando las actuaciones del presidente. Ese es el deber del periodismo profesional. Pero esa retórica puede tener consecuencias aún más graves. Y el responsable será el presidente», indicó.
Folha, por su parte, emitió una nota para repudiar las agresiones sufridas por su reportera y otros comunicadores en Roma, «otro ataque inaceptable del presidente Jair Bolsonaro a la prensa profesional».
jha/ocs