El presidente Pedro Castillo dio públicamente la bienvenida y le expresó su aprecio y la designación mereció también la satisfacción de la líder del cogobernante Movimiento Nuevo Perú, Verónika Mendoza.
“Tu conocimiento, experiencia y trayectoria nos permitirán seguir luchando contra la delincuencia y, además, estaremos más cerca de cumplir los anhelos profundos de nuestro pueblo”, añadió Castillo en un mensaje de Twitter.
Mendoza saludó el nombramiento de Guillén y destacó su “larga e intachable trayectoria en defensa de la democracia y de valiente lucha contra la corrupción y la impunidad”.
La dirigente progresista expresó también que espera que el cambio del renunciante Luis Barrenzuela en el Ministerio del Interior sea la oportunidad de reevaluar la resolución suprema que en días pasados autorizó la intervención de las Fuerzas Armadas en respaldo de la Policía, ante el crecimiento de la delincuencia.
Mendoza pidió, en cambio, “una política integral y eficaz para combatir la inseguridad ciudadana, incluyendo la ineludible reforma de la Policía”.
El congresista de derecha extrema José Cueto, almirante en retiro y ex jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas dijo que no tiene un buen concepto del desempeño de Guillén porque el nuevo ministro “no es muy adepto de las fuerzas del orden”.
El nuevo ministro, cuando era fiscal adjunto en la surandina región de Ayacucho, desde 1984, investigó la matanza de Pucayacu, donde patrullas de Infantería de Marina asesinaron a 50 campesinos, y denunció al responsable, el oficial Álvaro Artaza, quien no es habido desde entonces.
De otro lado, la periodista Jackeline Fawks consideró significativo que Guillén haya asumido el cargo al día siguiente de cumplirse 30 años de la matanza de 15 civiles inermes, incluido un niño de ocho años, a manos del Grupo Colina, destacamento militar ilegal dedicado a dar muerte a sospechosos de terrorismo.
Aquel crimen, conocido como la masacre de Barrios Altos, fue una de las matanzas por las que el expresidente Alberto Fujimori fue condenado en 2009 a 25 años de cárcel, como autor mediato, en un juicio en el que Avelino Guillén fue fiscal.
Ese hecho fue evocado por el parlamentario Raú Huamán, del partido fujimorista Fuerza Popular, para rechazar la designación porque, según él, la condena a Fujimori fue supuestamente injusta.
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