El hecho histórico, ocurrido hace 118 años, tuvo lugar luego de que el gobierno colombiano rechazara la firma del Tratado Herrán-Hay con Estados Unidos, que pasaría a esta última nación la construcción del canal fluvial, iniciado por los franceses en 1881.
Este acontecimiento colonense catalizó la conspiración para estimular, desde la sombra y con el apoyo de las cañoneras estadounidenses, la ruptura con Colombia mediante empresarios estrechamente vinculados al presidente Franklin Roosevelt, apuntó en un artículo el profesor Olmedo Beluche.
Tomando en cuenta que la memoria popular tiende a olvidar pasajes lejanos de la historia, por estos días algunos articulistas se dan a la tarea de recordar que la separación de Colombia fue una estratagema estimulada y apoyada por Estados Unidos para apoderarse del canal en construcción y la franja aledaña.
Meses antes de la conspiración, uno de los próceres panameños, Belisario Porras, se pronunció en contra del movimiento separatista porque representaba los intereses estadounidenses y no los del pueblo, según su descendiente Ana Elena Porras.
Y así sucedió, pues luego de pertenecer a la Gran Colombia, el recién estrenado país se convirtió en un protectorado de la nación norteña, afirmó Beluche en su artículo El debate del centenario, publicado en 2005 en la Revista Cultural Lotería.
Para comprobar tales afirmaciones basta leer al artículo 136 de la Constitución de 1904: “El gobierno de los Estados Unidos de América podrá intervenir en cualquier punto de la República de Panamá, para restablecer la paz pública y el orden constitucional si hubiere sido turbado, en el caso de que por virtud de Tratado Público aquella Nación asumiere o hubiere asumido la obligación de garantizar la independencia y soberanía de la República”.
Algunos textos aseveran que Tomás Arias, uno de los participantes en la conspiración contra Colombia, a instancias del embajador estadounidense en Panamá, William I. Buchanan, adecuó la Enmienda Platt impuesta a Cuba en 1901 para redactar el referido artículo.
Solo después de la devolución de la Zona del Canal y la vía acuática a manos panameñas hace casi 22 años, mediante los Tratados Torrijos-Carter, es que puede hablarse de soberanía, aunque tales textos también incluyeron estar bajo el paraguas de Washington “por seguridad de la vía interoceánica”, refieren historiadores.
La separación de Colombia se produjo el 3 de noviembre de 1903, pero se consolidó dos días después tras la acción de amenaza de las cañoneras estadounidenses apostadas en Colón, lo que motiva la celebración de esta fecha.
Así lo hizo saber Juan Antonio Henríquez, miembro de la Junta Revolucionaria de Colón, quien en esa época envió un telegrama a la capital del país que decía: “Solo ahora, 7:30 p.m. puede decirse que la separación de Panamá está asegurada”, en referencia al suceso del 5 de noviembre.
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