Autoridades de esa localidad prohibieron al mismo tiempo la transportación de animales y huevos desde otros ranchos ubicados a 10 kilómetros de distancia del afectado y pidieron a las fuerzas armadas apoyar en el proceso.
El primer ministro nipón, Fumio Kishida, ordenó recolectar datos sobre la situación y llamó a los departamentos pertinentes a implementar de inmediato medidas para prevenir una expansión de la influenza.
La enfermedad fue confirmada la víspera cuando un veterinario corroboró que 12 de 13 pollos examinados al azar estaban infectados en la granja, donde además hay un elevado número de aves muriendo.
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