Cerca de mil haitianos fueron detenidos en el límite geográfico con México el mes pasado, en comparación con los 17 mil 638 de septiembre, cuando grandes multitudes cruzaron el Río Bravo hasta un campamento improvisado en Del Rio, Texas, según los datos divulgados en el diario The Washington Post.
Las autoridades tejanas respondieron a esa situación con malos tratos hacia los indocumentados calificadas como violatorias de los derechos humanos y a su vez la administración del presidente Joe Biden utilizó como excusa para expulsarlos el Título 42 de la ley migratoria.
Bajo ese pretexto, hasta siete vuelos por días llevaron más de ocho mil haitianos de regreso a su país, de donde huyeron debido a la crisis económica y política.
Grupos de defensa de los inmigrantes denunciaron las expulsiones masivas bajo el amparo del Título 42, mediante el cual los indocumentados no tienen derecho a solicitar asilo como consecuencia de la crisis sanitaria provocada por la Covid-19.
De acuerdo con los activistas, las familias haitianas, incluidas miles de mujeres con niños pequeños, son devueltas en mayor proporción que los migrantes de otras naciones, por lo cual muchos deciden permanecer en México a la espera de mejores opciones.
La mayoría de ellos provienen de naciones suramericanas donde residían luego del terremoto de 2010, pero ahora se lanzan a Estados Unidos por el deterioro de las condiciones económicas y la discriminación racial en esos lugares, indican reportes de prensa.
Biden es objeto de críticas por parte de demócratas y republicanos, quienes alegan que la administración actual prometió un enfoque más humano respecto al tema y aún aplica políticas de la era del mandatario Donald Trump (2017-2021).
Aún así no para de crecer el número de personas detenidas en la frontera sur estadounidense, cifra que alcanzó en el último año un récord de 1,7 millones de migrantes, la mayor cantidad registrada desde el 2000, entre ellos, 145 mil menores no acompañados.
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