El presidente libanés, Michel Aoun, expuso el tema al vicepresidente de la Comisión Europea para Asuntos Migratorios, el griego Margaritis Schinas, de visita en la llamada nación de los cedros.
La economía libanesa, dijo, no puede soportar las cargas de la inmigración siria de casi millón y medio de personas y de medio millón de refugiados palestinos.
Aoun recabó de la UE facilidades para propiciar el regreso seguro los desplazados sirios hacia la vecina nación.
“Líbano tomó medidas para evitar ilegalidad inmigratoria, apuntó, y espera que los europeos sean recíprocos, porque el país no puede soportar más cargas”.
A juicio del jefe de Estado, la comunidad internacional desprecia los llamamientos para el retorno de los sirios, de ahí que surjan sospechas sobre intereses que buscan mantenerlos aquí, precisó.
Los libaneses no pueden aceptar esa situación, añadió, a causa del impacto negativo sobre el tejido social nacional.
La acogida de desplazados sirios y refugiados palestinos, acotó el presidente, empeoró la economía y agravó la crisis financiera, social, educativa y sanitaria en curso.
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