El siniestro se desató debido a una «negligencia» por parte de uno de los ingresados, según las investigaciones preliminares.
La rápida intervención de los bomberos y del personal sanitario permitió salvar la vida de seis pacientes, mientras ningún empleado de la institución resultó herido.
El insuficiente sistema de salud búlgaro carece de capacidades para acoger a los casos de Covid-19, enfermedad que lo pone a prueba en medio de un nuevo rebrote.
En ese escenario se desarrollaron este domingo las elecciones generales, cuyos protagonistas y votantes buscan una salida de la crisis de ingobernabilidad reinante desde mediados de 2020.
La prensa local no reportó incidentes hasta ahora, pero sí una pobre participación de la población.
El presidente Rumen Radev, en el poder desde 2017, procura un segundo mandato y tendrá la mayor oposición en el rector de la Universidad de Sofía, el conservador Anastas Gerdzikov.
Los pronósticos auguran una cómoda ventaja para el exgeneral que deberá obtener más la mitad de los votos válidos para evitar el balotaje.
Por otra parte, tras los comicios parlamentarios de mediados de este año ni el triunfante partido Existe tal Pueblo, ni Ciudadanos por el Desarrollo Europeo de Bulgaria (GERB), fuerza política del ex primer ministro Boiko Borisov, tuvieron éxito en la creación de un Ejecutivo.
Borisov, opositor de Radev, dimitió en abril, tras varios meses de protestas populares y en medio de acusaciones por corrupción y complicidad con la oligarquía económica de este país balcánico.
No obstante su partido GERB aparece como favorito en las encuestas para obtener la mayoría de los votos pero las otras fuerzas políticas se niegan a negociar con ellos una coalición de Gobierno.
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