“Recordamos dos años de la Masacre de Huayllani, Sacaba, donde 11 hermanos fueron asesinados y más de 120 heridos”, dijo el mandatario en su cuenta oficial en Twitter.
“El informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) confirmó que fueron ejecuciones sumarias. ¡Honor y gloria a nuestros mártires de Huayllani!”, resaltó Arce.
El 15 de noviembre de 2019, tras el golpe de Estado al entonces presidente reelecto Evo Morales y durante el régimen de Áñez, policías y militares ejecutaron un operativo en la zona de Huayllani del municipio de Sacaba contra protestas de vecinos que reclamaban respeto a la democracia.
Según el informe del GIEI, presentado el pasado 17 de agosto, durante la convulsión social a fines de 2019 en Bolivia se registraron masacres de fuerzas militares y policiales contra civiles, incluyendo «ejecuciones sumarias», que dejaron al menos 37 muertos y centenares de heridos.
Añadió que en el periodo de gestión de Áñez se registraron dos hechos graves: el 15 de noviembre en la localidad de Sacaba, y cuatro días después en la planta de gas de Senkata, en la ciudad de El Alto, vecina de La Paz.
En Sacaba se registraron 11 muertos y en Senkata otro número igual, hechos calificados como masacres.
Al conocer el informe divulgado en un acto público en la ciudad de La Paz, el presidente Arce anunció reparaciones para las víctimas y el impulso a un juicio de responsabilidades contra Áñez, actualmente encarcelada, y su gobierno por estos hechos.
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