En una lista de 14 aspirantes al máximo puesto de dirección del país centroamericano, la también líder del organismo femenino Coppal Mujeres apuesta por un Gobierno que deje atrás la “triste historia de corrupción, atraso y subdesarrollo”.
A su juicio, la llegada al poder de Libre marcaría una nueva era de democracia y prosperidad y en su exhortación a las urnas reconoce los comicios del 28 de noviembre como el día de la liberación nacional y el comienzo de la reconstrucción de la patria, el proceso de reconciliación y solidaridad con el pueblo.
Castro fue la primera postulante de esa organización política, fundada por su esposo el exmandatario Manuel Zelaya, a las elecciones de 2013 y la candidata a primera designada presidencial por la Alianza de Oposición contra la Dictadura, en el proceso de sufragio de 2017.
Tras el golpe de estado contra Zelaya, la líder política hondureña dio los primeros pasos a la cabeza de un movimiento que, dos años después, conformaría una de las tres grandes fuerzas del país y marcaría la ruptura del bipartidismo, representado durante más de un siglo por el Partido Nacional y el Partido Liberal.
En su programa de Gobierno para el periodo 2022-2026, presentado en septiembre último, fundamenta siete ejes transversales y 30 iniciativas, previstas para su cumplimiento en los primeros 100 días, y con el principio de la Democracia Participativa como el pilar central de su administración.
Libre plantea la derogación de al menos 13 leyes que consideran el sustento de la dictatura, entre ellas, la Fundamental de Educación, Zonas Especiales de Desarrollo, Coalianza, Reserva de información de Mi Ambiente, para el Consejo Nacional de Defensa y Seguridad y de Empleo Temporal.
Desde el primer día, el ejecutivo convocará a una consulta popular para que el pueblo elija y organice la Asamblea Nacional Constituyente Originaria y la redacción de una nueva Carta Magna, y solicitará el establecimiento de una Comisión Internacional para el Combate de la Impunidad y la Corrupción.
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