El rotativo Asahi Shimbun destaca, en su edición de este domingo, que los reporteros pudieron constatar las afectaciones en las instalaciones, que aún conservan numerosos indicios del tsunami que elevó olas de hasta 15 metros de altura.
El muro norte del edificio del reactor número tres está plagado de numerosas marcas dejadas por agentes rociados para evitar la propagación de sustancias radiactivas.
Diez años después del desastre nuclear, el proceso de desmantelamiento está en marcha en muchas partes de la instalación costera.
El gobierno japonés y el operador de la planta, la Compañía Eléctrica de Tokio, establecieron el año 2051 como fecha tope para completar el desmantelamiento, pero aún se desconoce exactamente dónde y cuánto combustible nuclear derretido se encuentra dentro de los reactores.
Conocerlo es difícil, debido a la cantidad de escombros y los altos niveles de radiación, existentes aún en Fukushima, refiere la fuente.
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