Las páginas digitales del Departamento de Seguridad Nacional y otras agencias federales informaron que la Patrulla Fronteriza realizó alrededor de tres mil arrestos por día en enero, aunque no revelaron la cifra total de detenciones desde el ascenso de Biden al poder.
Sin embargo, la agencia Reuters informó que los agentes arrestaron a aproximadamente cuatro mil 500 migrantes solo el miércoles pasado, una cantidad que contrasta con las cifras máximas de detenciones en 2019 cuando el expresidente Donald Trump amenazó con cerrar la frontera.
Según el diario The Washington Post, los funcionarios trabajan para involucrar a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias, mientras el gobierno demócrata busca convertir los centros de detención familiar en instalaciones para procesar de manera expedita a los niños migrantes y sus padres.
En este contexto algunos legisladores demócratas alertaron que la situación podría convertirse en una crisis en las próximas semanas, señala este domingo el diario The Hill.
Por su parte, los republicanos aprovecharon la coyuntura para acusar a Biden de la crisis e incrementar la presión sobre el gobernante para que actúe con autoridad para abordar el problema.
En ese sentido, el líder de esa agrupación política en la Cámara de Representantes Kevin McCarthy (California), solicitó el viernes una reunión con el jefe de la Casa Blanca y dijo que se siente ‘obligado a expresar una gran preocupación por la forma en que su gobierno aborda esta crisis’.
Los del partido rojo pidieron al liderazgo demócrata del Comité Judicial de la Cámara Baja que celebre una audiencia sobre el tema, escenario que también aprovechó el expresidente Trump para atacar a Biden, y lo acusó de ser el responsable de este problema.
Nuestra frontera ahora está fuera de control, la situación empeora por minuto, gracias al desastroso liderazgo de Biden, la Patrulla Fronteriza y los agentes Inmigración no se respetan, en medio de ‘una incursión masiva en el país por parte de personas que no deberían estar aquí, dijo Trump.
Desde que asumió el puesto el 20 de enero pasado, Biden adoptó una serie de medidas para desarticular elementos clave de la política migratoria de su antecesor, una promesa enarbolada durante su campaña.
La nueva administración detuvo la construcción del polémico muro en la frontera con México y eliminó los Protocolos de Protección a los Migrantes que requerían que estos permanecieran en esa nación vecina mientras esperaban ser procesados por las autoridades estadounidenses.
Hasta el 5 de marzo, a unas mil 130 personas en ese programa en todo México se les permitió ingresar a territorio estadounidense desde que Biden rescindió la política el mes pasado.
Desde 2019, la política implementada por Trump obligó a más de 65 mil migrantes a regresar a México a medida que sus casos de asilo pasaban por los tribunales norteamericanos
Al respecto, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, afirmó este viernes que la nueva administración ciertamente tiene un enfoque diferente a la anterior, cuando un reportero le preguntó si el cambio de enfoque de Biden alentaba a los migrantes a dirigirse a la frontera de Estados Unidos.
Por su parte, Vedant Patel, otro portavoz de la mansión ejecutiva, dijo en un comunicado que el presidente pidió a miembros de alto nivel de su equipo que viajen a la región fronteriza para brindarle información completa sobre la respuesta del gobierno a la afluencia de menores no acompañados.
Y encomendó además una evaluación de los pasos adicionales para garantizar la seguridad y cuidado de esos infantes.
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