El portavoz adjunto del Emirato Islámico, Inamullah Samangani, tuiteó que los funcionarios talibanes volvieron a insistir en la necesidad de liberar los activos bancarios de esta nación y que la comunidad internacional preste atención a los retos económicos del país, reflejó el canal de noticias afgano TOLO news.
Markus Potzel, el enviado alemán, reiteró el continuo apoyo humanitario a Afganistán, y prometió que Alemania proporcionaría 600 millones de euros de ayuda al país centroasiático.
Los funcionarios afganos pidieron la ampliación de las relaciones con Alemania y los Países Bajos, cuyo representante no fue nombrado por el Emirato Islámico en el comunicado.
«No permitiremos que nadie utilice el suelo de Afganistán contra la región y el mundo. Nos esforzaremos por impedir el cultivo y el contrabando de opio y estamos tratando de ofrecer planes económicos alternativos en cooperación con la comunidad internacional para los agricultores», tuiteó Samangani.
Afganistán está al borde de un colapso económico, con la financiación internacional agotada, y se tambalea bajo los efectos de una grave sequía.
Desde el ascenso al poder del movimiento Talibán, el país está inmerso en una crisis humanitaria y necesita ayuda internacional urgente.
El grupo armado fundamentalista radical islámico conquistó Kabul en agosto pasado, mientras Estados Unidos y la OTAN sacaron sus tropas tras 20 años de ocupación y billones de dólares en gastos de guerra, además de miles de civiles muertos.
Actualmente el país está más pobre que hace dos décadas, con cinco millones de desplazados internos y 23 millones de habitantes amenazados por el hambre.
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