De acuerdo con la funcionaria, el paquete legislativo impulsado por la Casa Blanca, cuya votación está prevista para esta semana en la Cámara de Representantes, podría contribuir a reducir la deuda del país al generar más de dos billones de dólares en ingresos a partir de nuevos tributos.
Sin embargo, este jueves, la Oficina de Presupuestos del Congreso (CBO, en inglés) anunció más temprano que el plan social añadirá 367 mil millones de dólares al déficit durante los próximos diez años, pero Yellen consideró que ese análisis no incluyó los ingresos por Servicio de Impuestos Internos.
Los demócratas parecen encaminados a votar en las próximas horas ese paquete de reformas sociales y medioambientales, pilar de la agenda económica del presidente Joe Biden, quien busca una nueva victoria en el Congreso tras la aprobación de la ley de infraestructuras.
Aunque la Cámara de Representantes apruebe la propuesta esta semana, aún quedan obstáculos por superar, puesto que el Senado propondrá nuevas redacciones y posiblemente no lo vote hasta diciembre o incluso enero.
La iniciativa ampliaría los programas dirigidos a menores y ancianos, además de dedicar 550 mil millones de dólares a la lucha contra la crisis climática.
Gran parte del proyecto se financiaría mediante un impuesto más alto para los estadounidenses que ganan más de 400 mil al año, un arancel adicional del cinco por ciento para aquellos que ganan más de 10 millones y otro del 15 por ciento sobre las ganancias que reportan a los accionistas de grandes corporaciones.
Esa cuestión de la carga fiscal aún no está definida porque, según analistas, ni republicanos ni demócratas están dispuestos a perder el apoyo de los ricos.
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