En un comunicado difundido por todos los medios informativos, dijo que la salida de la crisis actual es posible, basada en la Constitución que estipula el principio de separación de poderes.
“¿Acataremos la carta magna y daremos al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios o permitiremos que la soga siga apretando a los ciudadanos con amenazas para el sustento y la seguridad?”, apuntó.
Aoun aludió así al daño causado a la sociedad por la parálisis del Gobierno que continúa sin sesionar por la negativa de varios ministros a presentarse, en rechazo a cuestiones judiciales sobre la explosión en el puerto capitalino en agosto de 2020.
De igual manera, agregó, surgió una crisis Arabia Saudita y varios Estados del Golfo como resultado de la cual hay repercusiones negativas en muchos niveles.
El mandatario reiteró el deseo del país de mantener las mejores relaciones con los estados árabes y en particular los del Golfo Pérsico, sobre la base de respeto a una línea divisoria entre las posiciones del Estado libanés y las declaraciones de personas.
En cualquier caso, en Líbano, añadió, rige un régimen democrático que garantiza la libertad de opinión y expresión, en referencia a las críticas declaraciones contra el reino del desierto formuladas por el ministro de Información George Kordahi sobre la guerra en Yemen.
De otro lado, Aoun denunció que todavía nadie fue encarcelado por corrupción y saqueo al erario, porque esa decisión depende del Poder Judicial.
Hay muchas especulaciones mediáticas que pueden ser falsas o verdaderas, pero en este país, enfatizó, las sentencias corren cargo de la justicia.
Por eso me dirijo a ustedes, jueces de Líbano, en tanto que las acusaciones y los acusados son numerosas y todos son jueces, fiscales y abogados; todos acusan y todos son acusados, subrayó.
Ese lío amenazante de la estabilidad y la paz, puntualizó, no habría ocurrido si el Poder Judicial hubiera hecho bien su trabajo, estuviera fuera de la influencia de políticos y su independencia la hubiera consolidado una ley que aún no ha visto la luz.
“Que todos tengan en cuenta, políticos, líderes espirituales y jueces, señaló, que, si el Poder Judicial está bien, la nación está bien”.
El mensaje de hoy, explicó, es que pronto habrá la oportunidad de cambiar la situación mediante las urnas que serán un arma contra la corrupción, los corruptos y quienes cultivan ese flagelo.
Durante los últimos 30 años, dijo, quedó demostrado que ese mal está profundamente arraigado y protegido con todo tipo de líneas rojas y en los próximos comicios parlamentarios habrá una oportunidad para derrotarlo.
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