En su informe Perspectiva Económica Provisional, publicado este martes, la OCDE prevé un crecimiento del producto interno bruto (PIB) mundial del 5,6 por ciento este año y de cuatro puntos porcentuales en 2022.
Espera, además, que la producción global alcance niveles prepandémicos a mediados de 2021, pero el ritmo y la duración de la recuperación dependerán de la carrera entre las vacunas y las variantes emergentes del virus.
Las perspectivas de crecimiento mundial serían mejores que las proyectadas actualmente y se acercarían a las proyecciones de actividad prepandémica si la producción y distribución de vacunas se acelera, se coordina mejor en todo el mundo y se adelanta a las mutaciones del virus, dice el texto.
En un escenario negativo, donde los programas de vacunación no sean lo suficientemente rápidos como para reducir las tasas de infección o si las nuevas variantes se generalizan y requieren cambios en las vacunas actuales, el gasto de los consumidores y la confianza empresarial se afectarían, subrayó la OCDE.
En este contexto, espera que este año el crecimiento del PIB en Estados Unidos sea del 6,5 por ciento y en la eurozona del 3,9.
Las perspectivas son más prometedoras en la región de Asia y el Pacífico, donde varios países han contenido efectivamente el virus y donde la actividad industrial ha recuperado dinamismo.
En China, proyectan que el crecimiento del PIB sea del 7,8 por ciento, en Japón 2,7; en Corea, 3,3 y en Australia 4,5.
De acuerdo con el estudio es probable que la recuperación sea más moderada en las economías de mercado emergentes de América Latina y África en medio de un resurgimiento del virus, un lento despliegue de vacunas y un margen limitado para el apoyo político adicional.
Según la OCDE se vislumbra una recuperación económica mundial, pero un despliegue de vacunación más rápido y eficaz en todo el mundo es fundamental, respetando las necesarias medidas sanitarias y de distanciamiento social, significó.
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