Tal porcentaje muestra que más de la mitad de la población percibe la inflación y el desempleo como las fundamentales dificultades del país y esto es así para aproximadamente seis de cada 10 brasileños.
Para el otro 21,4 por ciento, la corrupción es el mayor inconveniente.
También el estudio muestra que un 19,3 por ciento señaló la pobreza y la desigualdad social como el obstáculo superior de Brasil; un 16,7 citó la inflación; un 9,8 los altos impuestos y la ineficiencia del Estado; un 6,8 el desempleo y un 6,5 el ritmo de crecimiento económico.
En conjunto, los temas del área económica alcanzan el 59,1 por ciento.
Además, se mencionan como esenciales problemas el acceso a la educación (5,5 por ciento) y la sanidad (cinco), la delincuencia (3,9) y la degradación del medio ambiente (1,5).
La investigación revela asimismo que el presidente Jair Bolsonaro nunca ha sido tan mal evaluado como ahora.
Con datos recogidos entre el 23 y 26 de noviembre, los resultados muestran que solo un 19 por ciento de los brasileños le aprueban, una cifra inferior al 20 por ciento desde que se inició la pesquisa.
Hace un año, el exmilitar aún mantenía un 31 por ciento de apoyo.
De igual manera, el estudio alcanzó un máximo de 65 por ciento de brasileños que desaprueban a Bolsonaro.
En uno de los datos más importantes, el 72,3 por ciento evalúa que la economía es mala y va por mal camino.
Bajo una creciente pérdida de popularidad, Bolsonaro celebró el 27 de septiembre los mil días en el cargo con eventos e inauguraciones para mostrar que su gobierno trabaja para superar dificultades.
Pese a sus esfuerzos por presentar un país en avance, analistas coincidieron en señalar que, en casi dos años y 11 meses de gobierno, el gigante suramericano tiene que lidiar con el empeoramiento de una serie de indicadores económicos y sigue golpeado duramente por la pandemia de Covid-19 que se acerca a los 615 mil muertos.
El excapitán del Ejército es considerado el principal responsable de estos escenarios, hasta el punto que enfrenta un creciente rechazo entre la población y 132 pedidos de destitución descansan en la Cámara de Diputados.
mem/ocs