“Líbano es más importante que yo”, resumió al dar a conocer su dimisión.
Kordahi denunció una campaña contra su persona por medios y sitios de comunicación en la llamada nación de los cedros y en Arabia Saudita.
En agosto pasado, un mes antes de asumir el puesto, el expresentador de televisión calificó de absurda la guerra en Yemen y que los rebeldes hutíes se defendían de una agresión liderada por el reino del desierto.
Riad consideró insultantes las declaraciones de Kordahi y respondió con la retirada de su embajador en Beirut, ordenó la salida del libanés y suspendió las importaciones del país con costas al mar Mediterráneo oriental.
Bahréin, Emiratos Árabes Unidos y Kuwait tomaron igual decisión que el Gobierno saudita.
Lo más reciente en este episodio incluye la advertencia de Francia de que si Kordahi seguía en el cargo, el presidente Emmanuel Macron apartará a Líbano de una gira por Medio Oriente.
La dimisión no resolverá el diferendo, opinan los analistas, a causa de que los sauditas pretextaron las declaraciones del expresentador de televisión para presionar al Gobierno de Líbano contra Hizbulah, al cual consideran una organización terrorista.
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