La medida de financiación a corto plazo, aprobada anoche por la Cámara y el Senado tras varios días de discusiones, mantendrá al gobierno en funcionamiento hasta el 18 de febrero.
Congresistas republicanos mantuvieron paralizado el voto para presionar a la Casa Blanca y a los demócratas a eliminar el mandato de vacunación contra la Covid-19 impuesto por el ejecutivo a grandes empresas privadas.
Finalmente ambos partidos acordaron someter a votación una enmienda para eliminar las exigencias de inmunización, lo cual se realizó y los conservadores no consiguieron el apoyo suficiente para añadir esa medida al proyecto de ley.
A fin de cuentas ni los demócratas ni los líderes del bando contrario querían detener los servicios federales durante el periodo navideño como ocurrió hace tres años durante el mandato del expresidente Donald Trump (2017-2021).
De haber ocurrido una situación como aquella de 2018, la mayoría de las agencias gubernamentales, museos y parques nacionales cerrarían sus puertas desde este sábado y miles de trabajadores federales quedarían sin sus sueldos.
Tras superar este “impasse”, dentro de 11 semanas los legisladores tendrán que volver sobre el asunto y, según Biden, el Congreso ahora debería trabajar hacia un acuerdo bipartidista de ley de financiamiento completo, o sea para todo el año fiscal.
Mientras tanto, los legisladores deberán ocuparse de otras cuestiones urgentes como la definición antes del 15 de diciembre de elevar o suspender el límite de endeudamiento de Estados Unidos si desean evitar el primer impago en la historia de la mayor economía mundial.
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