Luanda (Prensa Latina) La Covid-19 y el declive petrolero catalizaron en 2021 la situación de crisis económica en Angola, cuyo Producto Interno Bruto (PIB) experimentó un crecimiento estimado de apenas 0,2 puntos porcentuales.
En un mensaje sobre el Estado de la Nación, el presidente de la República, João Lourenço, señaló que la pandemia profundizó “de forma muy severa” los efectos de la crisis económica y financiera iniciada en el país a partir de 2014.
A juicio del mandatario, las reformas políticas y económicas aplicadas por el ejecutivo durante los últimos años ayudaron a contener los choques coyunturales, pero aun así aumentaron los cierres de empresas, el desempleo y las dificultades materiales de muchas familias.
Un estudio, divulgado aquí en septiembre de 2020, alertó que el 54 por ciento de los angoleños experimenta múltiples privaciones, al considerar dimensiones como salud, educación, calidad de vida y ocupación laboral.
Además, las asimetrías territoriales agudizan el conflicto, sustentó el Instituto Nacional de Estadística (INE), en colaboración con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y la Iniciativa sobre Desarrollo Humano y Pobreza de la Universidad de Oxford.
Según la investigación, en las zonas urbanas aproximadamente una de cada tres personas vive en la pobreza multidimensional, mientras en las áreas rurales la correlación aumenta a casi nueve de cada 10 (88 por ciento de los habitantes).
En el caso de Luanda, la miseria multidimensional afecta al 23,7 por ciento de la población, mientras las provincias de Bié, Cunene, Lunda Norte, Moxico, Cuando Cubango, Uíge, Huíla, Cuanza Sur y Huambo, mantienen índices cercanos al 70 por ciento, corroboró la pesquisa del INE.
ANÁLISIS DEL GOBIERNO SOBRE SITUACIÓN ECONÓMICA
Evaluaciones del gobierno en 2021 indicaron que la disrupción provocada por la Covid-19 en el mercado internacional generó un alza en los importes de los principales bienes de consumo de la población y sus costos de transporte, lo cual derivó en un incremento en los precios internos.
Las tasas de inflación en Angola, que venían disminuyendo desde 2018, revertieron su trayectoria en 2020 y la tendencia alcista continuó durante el año siguiente.
En agosto de 2021, ejemplificó Lourenço, la inflación interanual fue de 26 por ciento, lo cual condujo a medidas inmediatas del Ejecutivo a fin de reducir los precios de los surtidos de amplio consumo popular, junto a disposiciones específicas por parte del Banco Nacional.
Para el ministro de Estado de Coordinación Económica, Manuel Nunes Júnior, la diversificación productiva resulta fundamental en términos de estabilidad y desarrollo sustentable, pues Angola todavía depende en alto grado de las exportaciones de crudo, según remarcó en la más reciente edición de Feria Internacional de Luanda.
Durante el transcurso del año, las calamidades naturales también agravaron la vulnerabilidad de las poblaciones, especialmente el fenómeno de la sequía en la región sureña, con mayor incidencia en las provincias de Cunene, Namibe, Huíla y Cuando Cubango.
Las respuestas de emergencia contemplaron diversos envíos de alimentos, por un total superior a las dos mil 120 toneladas, lo que benefició de manera directa a más de 778 mil 860 familias damnificadas, dijo Lourenço a mediados de octubre.
OFENSIVA ANTICORRUPCIÓN
En un reciente foro regional, el ministro de Estado y jefe de la Casa Militar del presidente, Francisco Furtado, reafirmó que la batalla anticorrupción continuará siendo una máxima para las autoridades angoleñas, junto a la diversificación de la economía y la atracción de inversiones.
Conforme a datos oficiales, la actividad procesal del Servicio Nacional de Recuperación de Activos permitió en 2021 la incautación de dinero, bienes muebles e inmuebles y participaciones en empresas por un monto superior a los dos mil 500 millones de dólares.
Lo anterior incluyó condominios residenciales, fincas agrícolas, desarrollos turísticos, establecimientos comerciales, terrenos, estaciones de combustible, aeronaves, embarcaciones marítimas, vehículos y otros bienes de lujo, así como efectivo.
Anuncios del Ejecutivo revelaron la existencia de varios procesos de incautación en el exterior, mediante el empleo de instrumentos de cooperación internacional en materia penal y asistencia judicial recíproca.
Los trámites en marcha están en manos de la Fiscalía General de la República y contemplan recursos valorados en unos dos mil 100 millones de dólares, detalló la fuente.
En opinión de Lourenço, el país sufrió un alto daño patrimonial debido a la corrupción y la impunidad; por tanto, la labor para recuperar los bienes desfalcados será ardua y requerirá años de trabajo.
La cooperación internacional, remarcó, jugará un papel fundamental, pues numerosos bienes desviados se constituyeron como patrimonio en el exterior.
Por ejemplo, en 2021 la Procuraduría General de la República envió 24 cartas rogatorias a órganos similares en varios países y recibió 98 documentos de igual naturaleza, ilustró el gobernante.
PROYECTOS LÍDERES
Entre otras iniciativas, las autoridades impulsaron el programa Kwenda de transferencias monetarias a familias pobres; así como los destinados al desarrollo de los municipios, la diversificación económica y la sustitución de importaciones.
Hasta el momento, Kwenda acogió a más 414 mil hogares, los cuales reciben 25 mil 500 kwanzas (cerca de 43 dólares) por trimestre, y la meta es llegar a beneficiar por esa vía a más de un millón 600 mil familias en el plazo de tres años, notificó el Ejecutivo.
Mientras el Plan Integrado de Intervención en los Municipios cuenta con mil 790 proyectos en curso para la construcción o rehabilitación de carreteras, escuelas, hospitales, redes de distribución de agua y electricidad, informó a la prensa el coordinador Márcio Daniel.
Asimismo, el Programa de Apoyo a la Producción, Diversificación de Exportaciones y Sustitución de Importaciones ofrece señales alentadoras, entre ellas, las vinculadas a la apertura de créditos para las empresas, sustentaron informes periódicos del Ministerio de Economía y Planificación.
Sobre el rumbo del país, Lourenço afirmó que el gobierno seguirá apostando por la profundización de la democracia, el estado de derecho y “una economía de mercado dinámica, eficiente e inclusiva”, como “pilares para la prosperidad y el bienestar del pueblo”.
Las proyecciones para 2022, suscritas por la Asamblea Nacional (congreso unicameral), contemplan una expansión del PIB en torno al 2,4 por ciento, luego del 0,2 por ciento logrado en el ejercicio fiscal precedente.
Siguiendo la lógica de las estadísticas, el avance previsible sería insuficiente para cubrir las necesidades de mejorías para la población, teniendo en cuenta la deuda social acumulada y la inequidad en la distribución de la riqueza.
Por el momento, solo podría afirmarse con certeza que la mayoría de la población angoleña transitó durante 2021 por otro año aciago debido a la Covid-19 y la persistente recesión económica.
rmh/mjm
*Corresponsal jefe de Prensa Latina en Angola
