En su primera intervención ante el Bundestag (Cámara Baja del Parlamento alemán), el nuevo jefe de gobierno aludió además a la inviolabilidad de las fronteras comunitarias.
Si queremos ser escuchados y no convertirnos en un juguete para potencias extranjeras», (…) sólo podemos hacerlo juntos, afirmó Scholz.
El sucesor de Angela Merkel abogó por una «cultura política europea del debate constructivo» (…) sin desestimar la historia y la diversidad y conscientes de lo que nos une».
Señaló a Francia como principal aliado y agregó que la amistad bilateral es «fundamento irrenunciable» de la UE, aunque el futuro del continente “no se decide ni en París ni en Berlín”, agregó.
Scholz destacó la importancia de las relaciones con Estados Unidos y afirmó que
la seguridad europea y transatlántica «van de la mano».
En ese sentido apoyó una nueva Declaración Conjunta de la Unión Europea y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Más adelante se manifestó de acuerdo con la visión occidental del diferendo en la frontera ruso-ucraniana, y aseguró que su país está dispuesto a un «diálogo constructivo» para salir de la escalada de la tensión en la zona.
Estados Unidos y otras potencias intentan aumentar el conflicto y hablan sobre una presunta invasión de Moscú al territorio vecino, hecho desmentido por el Kremlin.
Con respecto a su relación con China el canciller federal dijo que Alemania y Europa ofrecen a ese país “una competencia económica justa en el beneficio de ambas partes y con las mismas reglas de juego para todos».
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