El ataque contra un comercio emplazado en la ciudad de Breitscheidplatz se saldó con 12 fallecidos y conmocionó al país y a la opinión pública en 2016.
Michel calificó el hecho de “acto cruel y un cobarde contra nuestra forma de vida libre”, y envió mensajes de apoyo a familiares y amigos de las víctimas.
Cinco años atrás el tunecino Anis Amri, disparó al conductor de un camión, luego irrumpió en el mercado local y arrolló a la multitud, con saldo entonces de once muertos y un centenar de heridos.
El pasado 15 de octubre otra persona falleció como consecuencia de graves lesiones recibidas ese día.
En esta jornada está previsto que el presidente Frank-Walter Steinmeier asista al servicio religioso y pronuncie un discurso en una Iglesia de esa localidad.
La víspera familiares de las víctimas escribieron una carta abierta al gobierno federal para expresar su descontento con la forma en que se gestionó la tragedia y exigieron un trato digno para los afectados.
Un informe presentado por una comisión de investigación parlamentaria en junio de este año indicó que varios “fallos estructurales” permitieron a Amri “burlar los controles de las autoridades y cometer el atentado”.
El texto mencionó, entre otras razones, “evaluaciones incorrectas en torno al caso, y “falta de comunicación entre las distintas fuerzas implicadas”.
Mientras el ministro de Justicia, Marco Buschmann, aseguró que el gobierno hará todo lo posible para apoyar a las víctimas, pues queremos que nuestro trato con ellos sea más digno y empático.
El odio y la violencia no tienen cabida en Alemania y serán combatidos con todos los medios de nuestro Estado constitucional, agregó.
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