Salameh apuntó que el precio de mil 507 libras libanesas por billete verde aprobado desde 1997, no es realista y explicó que la moneda no podrá fortalecerse sin estabilidad política.
“La reserva obligatoria de hoy se redujo a unos 12 mil 500 millones de dólares, desde los 32 mil millones que en 2019 estaban las arcas del Banco Central.
En los últimos meses, para defender esas divisas, la institución prestamista levantó los subsidios a la importación de productos básicos, en especial, los combustibles que ahora tienen un precio acorde con el tipo de cambio en el mercado informal.
Además, eliminó las subvenciones a medicamentos lo que impone un alto costo a los ciudadanos.
Según Salameh, Banque du Liban puede proteger artículos de primera necesidad por al menos nueve meses más, a menos que haya medidas adicionales para frenar la caída de la moneda nacional.
Desde 2019, Líbano cayó en una crisis económica y financiera sin precedentes que el Banco Mundial clasificó entre las peores del mundo desde 1850.
A ese deterioro se suma una batalla entre facciones políticas que impiden la adopción de reformas estructurales para detener el deterioro en la vida de los ciudadanos, 80 por ciento de los cuales se hundió por debajo el umbral de la pobreza de 3,64 dólares diarios.
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