A menos de un año de las elecciones legislativas de 2022, el Partido Demócrata, que se identifica con el color azul, se encuentra en una situación de repliegue, defendiendo sus estrechas mayorías en la Cámara de Representantes y el Senado, explicó el diario digital The Hill.
La actitud ocurre en medio de una avalancha de críticas contra el presidente Joe Biden sobre los crecientes casos de Covid-19, la inflación, la sangrienta retirada de Afganistán y otras cuestiones.
Los índices de aprobación del mandatario cayeron en picado hasta los 40 puntos, presagiando una posible oleada republicana en las urnas el año que viene, comentó el periodista Tal Axelrod en un artículo publicado por el medio privado.
«Les he dicho a los demócratas, especialmente a los que ocupan escaños específicos, que disfruten de las vacaciones, y que tienen que tomar una decisión: retirarse o perder el próximo otoño», dijo a The Hill el representante republicano Tom Emmer.
El legislador advirtió que la mayoría republicana en la Cámara Baja no está garantizada, aunque afirmó que hasta 70 demócratas podrían perder sus escaños en una posible ola.
El optimismo del Partido Republicano se debe a una confluencia de factores, tanto históricos como actuales.
Cuando esa fuerza política ocupa la Casa Blanca suele perder escaños en las elecciones intermedias y ocurre lo opuesto cuando el Gobierno federal lo controlan los demócratas, analizó Axelrod.
La caída de los índices de aprobación general de Biden se unió a una menor aprobación de los votantes de su manejo de la pandemia y la economía, lo que ayudó a alimentar una ventaja del partido que se identifica con el color rojo, agregó.
«Estoy muy seguro de que vamos a recuperar la Cámara», comentó el representante republicano Don Bacon, que representa a un distrito suburbano cerca de Omaha.
Creo toda la energía está de nuestro lado. Los datos de las encuestas coinciden con lo que veo en mi distrito: los votantes están preocupados por la inflación, el crimen, la frontera, Afganistán, dijo Bacon.
De acuerdo con Axelrod, más allá de la irritación general con el estado actual del país, junto con las frustraciones específicas sobre cuestiones políticas, los demócratas se enfrentan a obstáculos estructurales en un año de redistribución de distritos.
El proceso de trazado de mapas, que aun está en marcha, podría por sí solo dar a los republicanos los escaños que necesitan, pero los republicanos ya reforzaron sus ventajas en estados como Texas y Georgia, dijo el periodista.
Esa confluencia de factores, agregó, está llevando a los demócratas a reconocer en privado -y en algunos casos públicamente- que su control de la Cámara Baja es débil.
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