De acuerdo con la directora de investigación Naral Pro-Choice America, Dina Montemarano, los emporios tecnológicos bloquean publicaciones y anuncios con información creíble compartido como movimientos proaborto reconocidos.
Las mujeres ya tienen que pasar por muchos obstáculos para obtener una regulación, y es probable que cada vez sea aún más difícil, si no imposible, explicó.
La preocupación por las redes sociales es doble, según la experta, pues mientras las empresas bloquean información creíble, los defensores aseguran que otros activistas malintencionados difunden información falsa sobre este derecho.
Más estadounidenses van a necesitar información sobre cómo acceder al procedimiento en una clínica, o cómo comprar y usar las píldoras abortivas, agregó Jennifer Holloway, directora de comunicaciones de Ipas, una organización no gubernamental que facilita el acceso a abortos seguros.
Pero las plataformas digitales tienen algoritmos que hacen aflorar la oposición, la desinformación y el contenido engañoso, añadió Holloway.
Necesitaremos confiar en Internet para obtener información precisa, por lo que las empresas tecnológicas tienen que repensar sus políticas y comenzar a preocuparse por sus usuarios, añadió.
Los ejecutivos de Plan C, una organización que proporciona recursos educativos sobre el aborto, dijeron que Facebook e Instagram eliminan habitualmente las publicaciones de la página oficial y rechazan sus anuncios.
En noviembre, un post con información sobre píldoras abortivas fue retirado de Facebook por «no seguir las normas de la comunidad».
Cuando se retira un post, la página no puede publicar cualquier otro contenido durante otros dos o tres días, lo que nos dificulta poder llegar a nuestro público objetivo, dijo la gerente de medios sociales de la organización, Martha Dimitratou.
El acceso a la información en línea sobre este procedimiento, dijo, será aún peor para las mujeres si el Tribunal Supremo continúa aprobando estrictas prohibiciones antiabortistas que limitan el acceso a este servicio, como ocurrió en Texas.
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