El balance oficial señala que cuatro agentes perdieron la vida y otros ocho sufrieron lesiones, entre ellos tres requirieron intervención quirúrgica; sin embargo para la Rnddh, el número real de fallecidos asciende a seis.
Marie Ducenat, miembro de la organización, confirmó que uno de los tanques blindados en los cuales se desplazaron los policías fue incautado por las bandas, así como las armas y municiones, mientras otro de los vehículos fue incendiado. ‘Solo uno escapó’, afirmó la activista a la plataforma Van Bef Info.
Ducenat reiteró que las pandillas recibieron información sobre los preparativos de la operación y tendieron una trampa a los agentes.
Ya la víspera, el oficial Lionel Lazarre, aseguró a la prensa que un inspector general de ese cuerpo boicoteó la intervención que condujo a la muerte de los agentes, y en una escueta ordenanza fueron convocados dos policías para ofrecer explicaciones sobre los sucesos.
Los hechos causaron indignación en el país, en especial tras filtrarse en las redes sociales las imágenes de los cadáveres profanados y mutilados de los oficiales.
La facción policial Fantom 509 salió el lunes a las calles en solidaridad con sus ‘hermanos de armas’ y dio un ultimátum a las pandillas para devolver los cuerpos de los policías caídos.
Por su parte, el Gobierno condenó los sucesos y prometió nuevamente combatir las bandas, mientras hasta mañana miércoles decretó duelo nacional como homenaje a las víctimas.
De acuerdo con la Rnddh del 16 de noviembre al 13 de marzo de este año, 18 policías fueron asesinados y otro está desaparecido.
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