El incidente ocurrió luego de que fallara la línea principal de alcantarillado de 48 pulgadas, lo que envió millones de galones al Canal Domínguez, que desemboca en el puerto de Los Ángeles, informaron las autoridades de la ciudad de Long Beach en un comunicado de prensa.
Tras el vertido, el condado de Los Ángeles ordenó el cierre temporal de siete millas de sus playas, explicó la prensa local y alertó que las aguas residuales llegaron incluso a las calles de la ciudad californiana.
La reportera Jessica De Nova escribió en Twitter que un vecindario está lleno de horribles olores, y añadió que los residentes esperan que sus líderes hagan más para mejorar la calidad de vida en el territorio.
La supervisora del condado de Los Ángeles, Janice Hahn, pidió una investigación sobre las tuberías y la infraestructura de alcantarillado para determinar si eran defectuosas.
«Un derrame de esta magnitud es peligroso e inaceptable, y tenemos que entender lo que ha pasado», dijo Hahn a la prensa.
En octubre, un derrame de crudo contaminó aguas y playas del sur de California debido a la negligencia de una compañía petrolera con sede en Houston.
Se trata de uno de los mayores derrames petroleros en la historia de California y ocurrió en una zona de paso de buques cargueros que ingresan en los puertos de Los Ángeles y Long Beach.
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