La representante republicana Liz Cheney confirmó a la televisora ABC News que la comisión posee un testimonio de primera mano que reveló cómo Ivanka Trump, hija del exmandatario y una de sus asesoras, pidió a su padre intervenir para detener los actos violentos del 6 de enero de 2021 en Washington.
En ese mismo sentido se pronunció ante la cadena CNN el demócrata Bennie Thompson, presidente del comité a cargo de la pesquisa, quien aseguró contar con pruebas sobre la inacción del jefe de gobierno mientras la multitud intentaba impedir la certificación de la victoria de Joe Biden en las presidenciales.
Ese mismo medio afirma que un testigo clave es Keith Kellogg, asesor de seguridad nacional del entonces vicepresidente Mike Pence, quien estaba con Trump en la mansión ejecutiva cuando ocurría el motín, impulsado por la teoría de fraude electoral del magnate republicano.
Esas declaraciones sobre las investigaciones de los disturbios llegan pocos días antes del primer aniversario del considerado como episodio más vergonzoso en la historia reciente de Estados Unidos.
Al menos cinco muertos, entre ellos, un policía, y más de 140 heridos dejaron las protestas violentas acontecidas hace 11 meses en la sede del Congreso, hecho considerado por observadores políticos como un “asalto a la democracia”.
El exmandatario y sus aliados persisten en distanciarse de los hechos y obstaculizan los trabajos del grupo parlamentario encargado de esclarecer el papel del entonces gobernante en las protestas para así depurar las responsabilidades en lo sucedido.
Entretanto, se espera un pronunciamiento de la Corte Suprema sobre la solicitud de Trump, quien basado en el llamado «privilegio ejecutivo» intenta bloquear el acceso del comité a los registros de los Archivos Nacionales relacionados con los acontecimientos del 6 de enero pasado.
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