El diputado Ibrahim al-Moussawi, de la bancada Lealtad a la Resistencia, estimó de halagos expresiones del primer ministro Najib Miqati para con el reino del desierto y en contra del Partido de Dios.
Al-Moussawi calificó de insulto contra todo ciudadano y patriota honorable libanés lo dicho por Miqati de que las posiciones del secretario general de Hizbulah, Hassan Nasrallah, no representan al Gobierno ni a la mayoría del pueblo.
También recabó de los políticos eludir cualquier manifestación contra Riad, las cuales, aseveró, conducen a nada.
Nasrallah apuntó que el reino del desierto contribuyó a difundir la ideología islámica extremista y tomó de rehenes a miles de libaneses que trabajan en la región del golfo Pérsico.
Esas declaraciones respondieron a comentarios del rey saudita, bin Salman, quien pidió a los libaneses poner fin «al control terrorista» de Hizbulah sobre Líbano.
Las autoridades libanesas tratan de mejorar las relaciones con Arabia Saudita que llegaron al mínimo cuando en octubre último, Riad retiró a su embajador de Beirut y prohibió todas las importaciones libanesas.
Tal medida siguió a comentarios de un ministro libanés, quien antes de asumir el cargo, apuntó que la guerra en Yemen era inútil y la calificó de agresión de una alianza militar liderada por Arabia Saudita.
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