Esa web de noticias especializadas en el sector turístico se hizo eco de los planteamientos de las autoridades de esa institución quienes consideran que ante el riesgo de la propagación de la nueva cepa Ómicrón del coronavirus Sars-Cov-2 debe medirse el estado de salud de los individuos, en lugar de poner a países enteros en cuarentena.
La presidenta de WTTC, Julia Simpson, consideró que los cierres de fronteras ante la nueva variante Ómicrón, aunado al rezago en planes de vacunación en algunos países, dificultan la recuperación del sector de viajes y turismo, y retrasan la reactivación económica global.
El WTTC proyecta que la reanimación del sector acelere en su contribución al Producto Interno Bruto mundial, con un crecimiento de un 31,7 por ciento en 2022.
Simpson reiteró que el cierre de fronteras no funciona, ya que el virus no respeta divisiones entre países y los viajeros están cansados de las restricciones, en tanto consideró fundamental precipitar la vacunación en todo el mundo. “No podemos esperar cinco años para que cuatro mil millones de personas reciban su primera dosis”, explicó.
El WTTC identificó acciones que acelerarían la recuperación económica mundial, las cuales incluyen permitir libre movimiento a todos los viajeros totalmente vacunados, independientemente de su origen o destino, eliminando los sistemas de categorías.
También la implementación de soluciones digitales que permiten a todos los turistas demostrar fácilmente su estado, lo que a su vez acelera el proceso en las fronteras de todo el mundo.
La lista comprende, además, el reconocimiento de todas las vacunas autorizadas por la Organización Mundial de la Salud y cualquiera de las Autoridades Reguladoras Estrictas, así como un acuerdo de las autoridades pertinentes de que los viajes internacionales son seguros con protocolos mejorados de salud y protección.
En 2020, por la crisis sanitaria se perdieron más de 62 millones de puestos de trabajo en el sector de viajes y turismo, y de acuerdo con el WTTC si estas medidas se llevan a cabo, la economía global y los empleos mejorarían, con una recuperación de 20,1 por ciento para el 2022, lo que significaría alcanzar los niveles de 2019.
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