Barcelona, «una de las ciudades más libertarias del mundo, vanguardia artística, urbanística y, en mis recuerdos de lectura, la sede de una revolución que ilusionó a la humanidad democrática es Barcelona, Cataluña. Allí comienza la campaña en el mundo del Pacto Histórico. Los espero», expresó recientemente.
La cita en la urbe catalana tendrá lugar en el Centro Cívico Cocheras de Sants, de acuerdo con la invitación hecha por medio de sus redes sociales.
Petro también invitó a los colombianos que viven fuera de su país a inscribir sus cédulas para poder ejercer su derecho al voto de cara a las próximas elecciones.
Los comicios legislativos en Colombia tendrán lugar el 13 de marzo próximo para escoger a 100 senadores, 166 representantes a la cámara y 16 representantes de las Circunscripciones Transitorias Especiales de Paz.
Todas las encuestas y estudios de opinión indican que Petro, líder del Pacto Histórico, coalición pluralista y de izquierda, marcha como favorito, pese a la campaña de descrédito del sector derechista.
En Barcelona radican 34 mil 465 personas de nacionalidad colombiana, con presencia en al menos 83 municipios de la demarcación.
La ley que permite a los emigrantes ejercer el derecho al voto para la elección presidencial desde el exterior fue adoptada en 1961, lo que sitúa a Colombia dentro de los pioneros en materia de reglas de participación electoral en América Latina.
Según analistas, esta posibilidad fue consecuencia del masivo éxodo de colombianos hacia Venezuela, el cual se produjo desde la década de 1950, cuando miles de personas huían de la violencia partidista que azotaba a los campos del país neogranadino.
La introducción del voto fue una estrategia para cubrir de legitimidad el sistema electoral y, además, contribuía a darle una apariencia de legitimidad a un régimen político desacreditado, que había generado una escalada de violencia, aseveró la investigadora Olga L. González.
La ampliación de los espacios democráticos, tuvo lugar igualmente en un momento de extrema tensión (proceso de paz con los grupos guerrilleros, terror desencadenado por la guerra de los narcotraficantes contra el Estado, descrédito de los partidos tradicionales), agregó.
En este contexto convulsionado, la Constitución de 1991 buscó reformar el sistema político y ampliar los espacios democráticos, en particular abriendo los espacios de participación y representación en el Senado y en la Cámara de Representantes, añadió en su estudio denominado El voto de los colombianos en el exterior: elecciones entre disfuncionamientos y rebusque.
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