En un momento en que los casos de la enfermedad crecen en todo el país, los magistrados escucharon este viernes los argumentos orales de dos casos que ponen a prueba el poder del ejecutivo para frenar la crisis sanitaria que ha dejado más de 830 mil muertos en esta nación norteamericana.
Funcionarios de 27 estados de tendencia republicana y representantes de grupos empresariales pidieron bloquear la regla de la administración que exige la inmunización a empleados de compañías con al menos 100 trabajadores o de lo contrario deberán someterse a pruebas diagnósticas regulares.
De igual forma, solicitaron a la máxima instancia judicial frenar la norma que obligaría a estar vacunados a trabajadores de la salud de hospitales e instalaciones que reciben fondos federales a través de los programas Medicare y Medicaid.
Tras casi cuatro horas de audiencias, la mayoría conservadora del Supremo mostró escepticismo respecto al mandato destinado a los trabajadores en general, aunque se mostraron relativamente favorables a mantener la medida dirigida a los profesionales del sector de la medicina.
Los jueces conservadores John Roberts, Neil Gorsuch y Brett Kavanaugh se preguntaron si esas exigencias podrían declararse inválidas teniendo en cuenta que el Congreso no intervino en su declaración.
Justamente los impugnadores argumentan que el gobierno federal se excedió en su autoridad al imponer requisitos no autorizados específicamente por el poder legislativo y no siguió los procesos administrativos adecuados para emitir regulaciones de emergencia.
La Casa Blanca ha dicho que los dos mandatos temporales salvarán vidas y fortalecerán la economía de Estados Unidos al aumentar el número de estadounidenses vacunados, pues actualmente solo alrededor del 60 por ciento cuenta con el esquema de dosis completo.
No existe una fecha concreta para que la Corte Suprema divulgue su decisión, la cual puede llegar en varias semanas o días.
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