Kuehnert destacó que el gasoducto, que transita por el fondo del mar Báltico, es un proyecto respaldado por el SPD, pero al que se oponen Los Verdes, socios de la coalición que gobierna Alemania.
Según el alto cargo del SPD, es necesario dejar atrás este diferendo porque el país pierde mucho dinero al no utilizar una obra ya terminada.
La construcción del gasoducto culminó en septiembre del pasado año, pero los organismos reguladores germanos y de la Unión Europea que deben autorizar su puesta en marcha, no han dado el visto bueno.
Kuehnert dijo que personalmente no aprueba la idea de se produzcan conflictos para clausurar el proyecto y afirmó que llegó la hora de lograr la paz política y jurídica respecto al mismo
La posición del SPD, principal partido de la coalición de Gobierno de Alemania, refleja la de los democristianos de la ex canciller federal Ángela Merkel, quien defendió al gasoducto por su esencia comercial.
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