En un discurso este martes en Atlanta, Georgia, el mandatario expresó su frustración por cómo proyectos de ley sobre el tema electoral están estancados en el Congreso por no contar con el apoyo de 60 miembros de la Cámara Alta.
El jefe de la Casa Blanca dejó claro que apoya cambiar las normas para aprobar una medida que garantice el acceso a las urnas en un año crucial, porque en noviembre habrá elecciones legislativas y están en juego todos los escaños de la Cámara Baja y parte de los senadores.
Creo que la amenaza a nuestra democracia es tan grave que debemos encontrar la manera de aprobar dos proyectos de ley de derecho al voto, afirmó el ocupante del Despacho Oval.
Se refería a la llamada Ley Para el Pueblo y la Ley de Promoción de los Derechos Electorales John Lewis, dos textos que duermen en las gavetas del Senado desde hace meses tras su aprobación en la Cámara de Representantes.
El presidente habló en Georgia junto con la vicepresidenta, Kamala Harris, como parte de un esfuerzo de la administración para llamar la atención y presionar a los legisladores federales en la lucha por promulgar protecciones electorales más estrictas.
Varios grupos de derechos civiles de Georgia emitieron un comunicado antes de la visita de Biden y exigieron al mandatario un plan concreto para hacer efectivo el derecho al sufragio, amenazado por una veintena de leyes locales en estados controlados por republicanos.
Garantizar la participación electoral es para el jefe del ejecutivo una prioridad este 2022 de cara a las elecciones legislativas de mitad de periodo en noviembre venidero, cuando su partido demócrata buscará mantener las estrechas mayorías que posee actualmente en ambas cámaras del Congreso.
Sin embargo, un cambio en las reglas del Senado si bien le permitiría a Biden avanzar este año con su agenda de gobierno, podría volverse luego en su contra en caso de que los azules pierdan escaños claves en los comicios de medio término, alertan expertos.
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