Por una parte, la Defensoría del Pueblo anunció una pesquisa de oficio a la institución naval por lo que considera falta de diligencia para alertar a la población sobre el inminente oleaje que causó la muerte dos mujeres arrastradas por la braveza del mar el último fin de semana en la región norteña de Lambayeque.
Por su parte, la primera ministra, Mirtha Vásquez, aguarda una información solicitada, a través del Ministerio de Defensa, a la Marina sobre la falta de claridad de la advertencia de la Marina, de oleajes anómalos en la costa peruana, sin disponer o recomendar que la población se aleje de las zonas ribereñas.
“Ante una presunta falta de debida diligencia en la adopción de medidas para salvaguardar la vida e integridad física de las personas, así como su patrimonio, luego de la erupción volcánica en Nukualofa – Tonga, abrimos una investigación de oficio a la Marina de Guerra ”, informó la Defensoría ayer en un comunicado.
El informe agrega que la Dirección de Hidrografía y Navegación de la Marina debe emitir alertas claras, oportunas y simultáneas, tras evaluar la situación y adoptar medidas idóneas de prevención y precaución, para seguridad de población.
“En nuestro país ha habido una alerta, efectivamente, pero solo de oleaje anómalo. Queremos revisar porqué esta alerta no se difundió a tiempo”, dijo la primera ministra, quien no descartó el inicio de una investigación para determinar si hay responsables de la tardía alerta.
La prohibición de actividades de todo tipo en playas y puertos de la costa peruana de más de tres mil kilómetros, se produjo recién la noche del domingo, ante noticias de una nueva erupción en Tangoa, cuando la costa peruana ya había sufrido de la braveza del mar.
La falta de precisión de la alerta por oleajes anómalos mereció en las redes de Internet duras críticas y hasta burlas a la Marina, cuyos voceros alegaron que solo notificaron de los oleajes anómalos y otras instituciones tenían que amplificar y precisar la alerta.
El jefe del Departamento de Oceanografía de la Dirección de Hidrografía y Navegación, Giacomo Morote Somontes, lamentó las muertes de dos mujeres y reconoció la falta de firmeza de la advertencia de fuerte oleaje del sábado último.
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