“Exigimos una profunda investigación de ese atentado criminal contra la democracia y la paz en América Latina. Es hora de poner un alto a golpes militares, congresales, judiciales y anticonstitucionales que patrocina Estados Unidos para someter a los pueblos y saquear recursos naturales”, escribió en Twitter el líder del Movimiento al Socialismo.
Al referirse en su cuenta de la red social a planes conspirativos internacionales confirmados por una indiscreción que el periódico argentino Página 12 atribuyó al presidente brasileño, Jair Bolsonaro, Morales sostuvo que se trata del Plan Cóndor del siglo XXI.
«Por admisión de un Presidente ultraderechista se comprueba que Gobiernos de Brasil, Ecuador y Argentina, que estaban sometidos a Estados Unidos, conspiraron y colaboraron con el golpe de Estado en Bolivia que derivó en persecución, masacres y corrupción”, describió el primer mandatario indígena de esta nación andino-amazónica.
Indicios de esa conspiración en torno al golpe del 10 de noviembre de 2019 en Bolivia salieron a la palestra por una investigación de Página 12.
«La expresidenta de Bolivia Jeanine (Áñez), estuve con ella una vez, es una persona simpática que está presa», aseguró Bolsonaro en una expresión aparentemente involuntaria, de acuerdo con la publicación rioplatense.
Sin que exista noticia hasta el momento de ninguna reunión oficial entre ambos, la posible conversación secreta aflora como la punta visible de un témpano de hielo bajo el cual se oculta el apoyo del gigante suramericano a los sectores que derrocaron al mandatario constitucional (Morales).
La investigación periodística refiere que esa madeja presupone vuelos clandestinos, fuga de ministros y tal vez la entrega de armas a los sectores golpistas bolivianos.
Agrega que Bolsonaro no precisó dónde ni cuándo ocurrió su reunión con Áñez entre noviembre de 2019 y diciembre de 2020, mes en que tras ganar las elecciones tomó posesión el actual mandatario boliviano, Luis Arce.
Sin embargo, señala que en ese período de poco más de 12 meses la nave presidencial de Bolivia voló frecuente y clandestinamente a Brasil, operación que solo podía ocurrir con autorización de la jefa de Estado de facto o con ella a bordo.
Algunos canales de Youtube que usualmente respaldan a Bolsonaro, al parecer percatados de la gravedad de su confesión sobre el encuentro con Áñez, lo retiraron de la red.
Esa posible prueba podría ser sometida a la consideración del tribunal que a partir de esta semana juzgará a la exgobernante de facto y a los exjefes militares y policiales en el proceso denominado Golpe de Estado II.
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