El fallo se produjo en una orden sin firma y de un solo párrafo, mientras que el juez ultraconservador Clarence Thomas fue el único que indicó que habría accedido a la petición del magnate neoyorquino.
La medida despeja el camino para que los investigadores del Congreso reciban un lote de agendas, registros de llamadas, correos electrónicos y otros documentos que podrían revelar a los principales responsables de los disturbios del 6 de enero del 2021.
La orden deja intacta una sentencia de un tribunal federal de apelaciones inferior que consideró al argumento de “privilegio ejecutivo” no era convincente.
Los jueces afirmaron que la disputa sin precedentes entre un ex presidente y los legisladores planteaba «preocupaciones serias y sustanciales», sin embargo, el tribunal federal de apelaciones analizó adecuadamente cada posibilidad.
«Concluimos que las reclamaciones del expresidente fracasaron, y su condición de exmandatario no hizo ninguna diferencia en la decisión del tribunal», explicó el fallo.
Trump recurrió al Tribunal Supremo el mes pasado después de que instancias inferiores rechazaran su petición de impedir que los Archivos Nacionales divulgaran información sobre su mandato.
Sus abogados pidieron a los jueces proteger los materiales en disputa mientras consideraban su apelación formal, una petición que el fallo del miércoles rechazó.
El comité que investiga los sucesos no establecieron un plazo concreto para completar su investigación, pero su presidente, el representante Bennie Thompson (demócrata de Mississippi), afirmó que esperan difundir las conclusiones a principios de la primavera.
El 6 de enero del 2021, una turba de seguidores del empresario asaltaron la sede del Congreso con el fin de impedir la victoria electoral del demócrata Joe Biden, tras los insistentes y falsas afirmaciones del expresidente sobre un supuesto fraude, algo que aún reclama.
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