Dicho programa es capaz de descifrar de forma fiable las comunicaciones cifradas de los teléfonos inteligentes iPhone y Android.
Pegasus, fabricado por la empresa NSO Group, es capaz de rastrear a terroristas y cárteles de la droga, pero también se utiliza contra activistas de derechos humanos, periodistas y disidentes, explicó Michael Levenson, de la publicación neoyorquina.
De acuerdo con la investigación, que tardó un año, el FBI, en un acuerdo del que nunca se informó, compró el programa espía israelí en 2019, a pesar de los múltiples informes de que fue empleado contra activistas y políticos en otros países.
El FBI también pasó dos años discutiendo si desplegar un producto más nuevo, llamado Phantom, dentro de Estados Unidos.
Las discusiones en el Departamento de Justicia y el FBI continuaron hasta el verano pasado, cuando supuestamente este último decidió no utilizarlo.
No obstante, según la indagación, el equipo de Pegasus sigue en un edificio de Nueva Jersey utilizado por ese organismo.
Los investigadores del diario norteamericano estiman que ese software también se utilizó para hackear números de teléfono en este país, y para ello se basaron en entrevistas con funcionarios del Gobierno, líderes de agencias de inteligencia, cibernéticos, ejecutivos y activistas de una docena de Estados.
Según los investigadores, esa poderosa herramienta fue utilizada para vulnerar los derechos de muchos ciudadanos.
“Empezamos a creer que todos nuestros movimientos están siendo vigilados”, añadieron
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