El subinspector general de la Policía, Ahmed Zaki, declaró a la prensa local que, durante las redadas efectuadas en las localidades de Illela, Goronyo y Rabba, resultaron incautadas diversas armas, entre ellas 32 rifles AK-47, dos lanzacohetes y más de mil cartuchos.
A los bandidos y radicales les fueron decomisadas además unas 150 reses y 40 paquetes de drogas, refirió Zaki.
Expresó, además, que este ejercicio, denominado Operación Tormenta del Sahara, se organizó por las autoridades federales con el objetivo de erradicar las crecientes actividades delictivas en la región noroeste.
Según la fuente, uno de los antisociales capturados confesó que reunía grandes sumas de dinero con el objetivo de comprar un camión cargado de armas en el vecino país de Benín.
En territorio nigeriano, el de mayor población en África con más de 200 millones de habitantes, son frecuentes los asaltos y raptos de funcionarios, empresarios y estudiantes por parte de entes delincuenciales y extremistas.
Estos exigen pagos en metálico a cambio de la liberación de las víctimas.
Para aniquilar a los milicianos del grupo radical Provincia del Estado Islámico de África Occidental y otras agrupaciones violentas como Boko Haram, el presidente nigeriano, Muhammadu Buhari, ordenó a las fuerzas de seguridad arreciar los ataques contra esas formaciones.
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