El ministro se pronunció sobre el tema convocado por legisladores de oposición que acusaron al gobierno de atentar contra la soberanía nacional porque el presidente peruano expresó en una entrevista su simpatía con la aspiración boliviana de una salida al mar.
Ante una pregunta sobre la cesión de ese acceso por territorio boliviano, precisó que no haría nada sin consultar al pueblo.
Maúrtua fue llamado a comparecer pese a que Castillo pidió en otra entrevista disculpas por si se había expresado mal y precisó que de ninguna manera tiene la intención de entregar territorio a Bolivia.
El canciller aseguró ante el pleno congresal que el Gobierno seguirá cumpliendo el artículo 54 de la Constitución sobre el carácter inalienable e inviolable de la integridad del territorio nacional y a su inalienabilidad e inviolabilidad.
“Nuestros tratados de límites son pétreos y así persistirán”, añadió y citó el desmentido presidencial que descarta la realización de un referendo sobre dar una salida soberana de Bolivia al Pacífico.
Expuso al respecto con profusión de antecedentes históricos y convenios bilaterales que consignan la política del Estado peruano de cooperación e integración con Bolivia, en beneficio mutuo.
Maúrtua citó los acuerdos de Ilo de enero de 1992 que conceden en usufructo con fines turísticos una playa en ese territorio costero del sur peruano y facilidades de acceso y uso del puerto del mismo nombre para su uso por el comercio exterior boliviano.
Indicó que esos acuerdos, que en 2010 su país planteó ampliar, buscan también desarrollar un polo de crecimiento económico y turístico en el sur de Perú.
“El Gobierno no se ha planteado y ni siquiera imaginado que el Perú otorgue una salida soberana al Océano Pacífico a Bolivia pues ello supondría la cesión de territorio nacional, lo que es constitucional y políticamente imposible”, expresó.
Agregó el canciller que los presidentes de Perú, Pedro Castillo, y Bolivia, Luis Arce, no han tratado la posibilidad de otorgar a La Paz parte del territorio marítimo peruano en sus conversaciones ni en las bilaterales de diversos niveles, ni siquiera tangencialmente.
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