Pese a ello, el primer ministro, Héctor Valer, hizo una rauda visita al Parlamento, en la cual entregó una carta en la que solicita exponer mañana mismo su plan de trabajo, buscando una aprobación ratificatoria, imposible a la luz de los pronunciamientos en su contra de diversas fuerzas políticas.
El reclamo contra Valer es virtualmente unánime, por inconductas como una denuncia de violencia familiar y su sinuosa trayectoria política y al rechazo al gabinete en pleno se sumó hoy Perú Libre, partido con el que ganó la presidencia Castillo.
La vocera de la bancada parlamentaria de la organización, Kelly Portolatino, acudió este viernes al palacio de gobierno y declaró a la prensa su rechazo a lo que llamó un gabinete derechista, pidió la reconducción del gobierno y rechazó los afanes de la extrema derecha de vacar (destituir) al gobernante.
El ministro de Comercio Exterior, Roberto Sánchez, del grupo centroizquierdista Juntos por el Perú (JP), pidió a Valer en Twitter que dé “un paso al costado”.
La bancada de JP, que agrupa al partido del mismo nombre, al Movimiento Nuevo Perú y fuerzas menores, anunció que no votará por extender la confianza ratificatoria al gabinete que encabeza Valer porque su composición está alejada de los principios de JP.
Nuevo Perú (NP), por su parte, dejó de ser cogobernante con el retiro de sus representantes en el ejecutivo, los ministros de Economía y Finanzas Pedro Francke, y de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, y dio por terminada su alianza con Castillo.
La nueva presidenta de NP, Anahí Durand, declaró que el equipo encabezado por Valer es incompatible con el pacto “Compromiso por el cambio” firmado por Castillo.
“No podemos avalar la derechización ni el oportunismo. Presidente, enmiende el curso de su gobierno y cumpla con las promesas de cambio por las que fue elegido”, agregó.
En la extrema derecha, los partidos Renovación Popular, Fuerza Popular y Avanza País manifestaron que rechazarán en el Parlamento la confianza en el gabinete de Valer.
Las agrupaciones centristas Acción Popular y Alianza para el Progreso, que en diciembre pasado votaron contra la vacancia de Castillo promovida por la extrema derecha, enfocaron sus cañones en Valer y pidieron su retiro del cargo.
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